Marea roja
La marea roja tiene importante impacto en el ambiente marino debido a la alta concentración de toxinas que liberan.
Los grupos de toxinas más importantes encontrados en estas algas son: las toxinas amnésicas, las toxinas paralizantes y las toxinas gástricas.
La alta concentración de estos microorganismos, algunos de los cuales producen toxinas, causa pérdidas económicas para la acuicultura. Esto se debe a la acumulación de estas toxinas en animales microfiltradores, principalmente moluscos como el mejillón , la almeja , la ostra o la vieira.
Los mariscos son tóxicos aun durante varias semanas después de que pase la marea y la mayoría se vuelven aptos para el consumo.
La principal transmisión de esta enfermedad al hombre son los moluscos, éstos acumulan la toxinas en sus aparatos digestivos y tejidos blandos. Si los moluscos ingieren células portadoras de toxinas, éstas se rompen y el material celular queda libre junto con la toxina en el sistema digestivo del animal. La toxina pasa después a las diferentes partes del molusco que se vuelve tóxico.
Ingerir peces intoxicados produce daños en humanos dolores musculares, fatiga, trastornos del equilibrio, sensación de sabor metálico, diarrea, vómitos, sudor frío, ansiedad e inversión de la sensación térmica.
Las manifestaciones neurológicas se pueden prolongar semanas o meses
Los grupos de toxinas más importantes encontrados en estas algas son: las toxinas amnésicas, las toxinas paralizantes y las toxinas gástricas.
La alta concentración de estos microorganismos, algunos de los cuales producen toxinas, causa pérdidas económicas para la acuicultura. Esto se debe a la acumulación de estas toxinas en animales microfiltradores, principalmente moluscos como el mejillón , la almeja , la ostra o la vieira.
Los mariscos son tóxicos aun durante varias semanas después de que pase la marea y la mayoría se vuelven aptos para el consumo.
La principal transmisión de esta enfermedad al hombre son los moluscos, éstos acumulan la toxinas en sus aparatos digestivos y tejidos blandos. Si los moluscos ingieren células portadoras de toxinas, éstas se rompen y el material celular queda libre junto con la toxina en el sistema digestivo del animal. La toxina pasa después a las diferentes partes del molusco que se vuelve tóxico.
Ingerir peces intoxicados produce daños en humanos dolores musculares, fatiga, trastornos del equilibrio, sensación de sabor metálico, diarrea, vómitos, sudor frío, ansiedad e inversión de la sensación térmica.
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